Der Kastanienbaum: XIII

Das Herz

Era martes, lo cual me indicaba que el lunes no había sido un sueño, que la semana seguía, el tiempo no se detenía y que la comida que me había dejado en el refrigerador estaba próxima a caducar.

Ese desayuno fue el más largo de toda mi vida. El más largo y el más grande.

No tenía ganas de ir a la escuela. De hecho no fui y me quedé a hacer todos los quehaceres.

Empecé lavando la montaña de trastes que tenía días ahí. No recordaba ni la mitad de tazas y cucharas que había, lo cual me recordó lo mucho que amaba las cucharas.

Quizás se preguntarán: ¿Cucharas?. Sí, es una pequeña obsesión por las cucharas, la mayoría de las que tengo tienen distintos motivos de flores y están hechas generalmente a mano en plata, mi metal precioso favorito.

Después de lavar todos los trastos, acomodé un poco mis libros y libretas. Descubrí cosas grandiosas sobre mi mismo, cómo cuando planeaba ser un pintor cuando niño, y no sólo eso, sino ¡también inventor!.

Recorrió sobre mi una avalancha de recuerdos y sentimientos indescriptibles... hasta que tocaron a mi puerta.

Guardé a la carrera todo lo que había sacado y abrí la puerta: era el pelotón subnormal de los marginados sociales... mis amigos.

Les pregunté por qué habían ido, y me dijeron distintas cosas:
Helena dijo: Para revisar los apuntes que te faltan, los cuales son necesarios para nuestra exposición.
Nadya dijo: Para golpearte por no haber ido y dejarnos solos. (Nadya es muy ruda, pero es linda en cierta forma).
José dijo: A mi me trajeron ellas a la fuerza, porque de la escuela no sé nada.

Y finalmente dijo Jazz con una voz casi inaudible: Para despertarte.

Creí haber escuchado mal, por eso pregunté lo que había dicho, a lo que respondió con un simple: Nyu.

En fin, Helena empezó a hablarme de todo lo que había habido en las clases después de que Nadya me hubiera destrozado el brazo izquierdo.

Terminada la "clase" con Miss Helena, todos se fueron menos Jazz, ya que la detuve en la puerta.

-Entonces, ¿Nyu?
+Nyu, pues.

Cerré la puerta para que no entrara frío y le pregunté:
-¿Qué tal el día?
+No, pues normal
-Define "Normal"
+Pues lo contrario a raro
-Define "Raro"
+Lo que no es normal
-Y mientras se resuelve esa paradoja dime... ¿Que te trajo por acá?

Comentarios