Der Kastanienbaum: XII

Die Blume


Desperté y era lunes de nuevo, otro lunes más en que tengo que soportar la escuela y las ideas que en mi cabeza surgen.

Me levanté de la cama y caminé hacia la cocina. Preparé un huevo con jamón, el cual tiré.

Estaba cansado de siempre lo mismo. Así que me preparé una torta de milanesa, justo como cuando estaba en el jardín de niños.

Ese acto me inspiró para hacer algo distinto, pero la sensación se fue al llegar a la escuela.

Una ola de pesimismo recorrió mi cuerpo. Hice lo mismo de cada lunes entonces: Llegué al aula, me senté, puse mi mochila sobre la mesa, miré a mi alrededor y traté de entonar aquella canción de Sui Generis llamada Lunes otra vez, esto para intentar que el lunes perdiera su "magia".

Empezaron a llegar mis compañeros de clases como si mi canción lo hubiera llamado.

Llegó primero Leonor (de quien ya les había hablado antes), luego Lorena, luego Claudia, Jailani, Diana, Raphael, Jesús, Monse, Javier, Aldahir... pero no veía llegar a mi grupo de "inadaptados sociales".

Tomé la decisión de salir, una decisión muy buena ahora que lo pienso.

Al salir, lo primero que vi fue el bloque de aulas de enfrente, el aula 7,8, 9 y 10.

Miré hacia abajo para buscar a los integrantes de mi grupito... vi una cabellera castaña.

Corrí para mirar más de cerca esperando ver mis ilusiones frustradas, pero esta vez no lo fueron, era ella... Ginebra.

Ella se anticipó a mi pensamiento y fue caminando hacia mi con ese andar que hace revolar su cabello al caminar... su lindo cabello castaño.

Al acercarse a mi dijo "A ti te estaba buscando", a lo que yo pregunté "¿Para qué?". Ella sonrió y dijo "En las clases que no viniste, la maestra pidió que formáramos equipos, pero yo no tengo equipo porque llegué un poco después y quería saber si te gustaría hacer equipo conmigo".

Mi estomago dio un vuelco, mi cabeza explotó y mi corazón se detuvo una milésima de segundo. "Claro, ¿Por qué no?" le dije.

Se despidió de mi con un sencillo ademán mientras daba la vuelta y yo miraba el leve movimiento que hacía su cabello.

Era un momento que me hubiera gustado capturar: Su cabello castaño y rizado recostado sobre su hombro derecho, su rostro dando suavemente una vuelta mientras sonreía gentilmente... si tan sólo dibujara bien. 

Regresé a mi aula. Había perdido la noción del tiempo y ya estaba la clase a punto de empezar.

Me senté y saludé a José, luego a Nadya y luego a Jazz, quien me dijo en tono irónico, como si hubiera hecho yo algo malo "Debí haberte despertado de tu pequeño sueño".

Eso me hizo sonrojar un poco, algo que el profesor notó y bromeó un rato con ello.

Terminó la clase y le dije a Jazz "Perdón por lo de ayer", a lo que ella dijo "No te preocupes. Perdón por lo de hoy". Yo la miré extrañado y dije "No te preocupes, si no hubiera pasado lo de ayer no lo hubieras dicho".

Ella dijo en un tono un poco serio "Pero hubiera dicho algo parecido".

Eso me dejó un poco confundido el día entero.

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