Der Kastanienbaum: III

Die Weißhaut


Lo primero que vi en ella fue su piel, era blanca como las nubes del cielo, y se veía tan suave como las mismas.

Luego vi su cabello que parecía hecho de olas de chocolate (una de las cosas que más me gustan), exquisitas y radiantes.

Después su sonrisa que brillaba cómo la luna más radiante.

Seguido de eso vi sus ojos, parecían castañas... con chocolate.

Después di una revisión física completa: no era tan alta como yo, pero no era tan pequeña como Jazmín; su silueta era delgada y estilizada.

Me apresuré a acercarme a hablar con ella, pero llegó la maestra y tuve que entrar a clase; sólo alcancé a escuchar que le decían “Ginny, ya tenemos clase, vamos”.

Entré a la clase y me puse a pensar en todas las posibilidades de su nombre: Higinia, Ginebra, Jennifer, o podía ser un apodo.

Gracias a que me quedé pensando en ella mi trabajo del día tuvo calificación de 5, pero no me importó, ya que me di cuenta de algo en la clase de informática: Me gustó.

A veces creo que me enamoro muy fácilmente de las personas solo por su apariencia, y eso me pone mal, pienso que soy muy superficial, y no quiero serlo... quiero conocer a la gente.

A veces creo que solo estoy en el mundo por obligación, no he encontrado a alguien a quien querer o alguien que me quiera.

Así que hago con mi vida lo que se le plazca al viento, por eso estoy dispuesto a hablar con ella, aunque mi ser sea destrozado.

Salí de la clase confundido entre mis pensamientos y la busqué con desesperación.

Miré a todos lados, escuché todos los puntos y no vi nada... tal vez solo estaba ahí de visita... tal vez no existía.

Continúe el día con activación física, una materia que siempre detesté bastante ya que nunca me gustó el deporte, pero era una buena clase para charlar.

En esta clase platico mucho con mi amigo José, es interesante hablar con él, me hace pensar en muchas cosas y reflexionar sobre mi propia lógica, aunque muchas veces yo soy el que lo hago pensar.

A veces nos quedamos sin hacer nada, al profesor no le importa, yo me quedo viendo a Jazmín y José a Leonor; ella es una chica guapa, tiene ojos color café claro y un cabello muy largo, tiene una sonrisa bonita, pero no es mi tipo.

Terminó la clase y caminamos bromeando hacia la clase de biología, clase que no me molesta mucho, pero tampoco es mi favorita; la maestra es una anciana, que a veces cuenta chistes.

Es una clase para relajarse mientras escucho las aburridas palabras de la maestra.

La clase trató de la célula, un tema fácil para mi, siempre me gustó la biología, aunque no tanto como ahora la música, pero en fin, una clase aburrida como todas.

Salí listo para ir a mi casa después de platicar 20 minutos con Jazmín, siempre es divertido platicar con ella, sin contar de que me gustó desde el momento que la vi; ella es de las personas de las que uno se enamora fácilmente... lo malo de ella es que es ella.

Terminé de platicar con un final inconcluso y me fui a casa.

Aunque me guste mucho Jazmín, hay algo que no me deja pensar en nada... Ginny.

Ella y su piel blanca.

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