Abril

Dos años, dos días, nueve horas y cuarenta y tres minutos. Un largo tiempo sin ti.

Hace tiempo que ya no siento el calor del sol, pues me robaste el sentimiento un años, y el otro me robaste la primavera.

Será un frío abril, como fría es ahora tu cruel indiferencia, esa indiferencia que aún puedo ver asomada por la ventana de mi cuarto, en la tercera cuerda de mi violín y en los libros de estudio que ya no uso.

Será un frío abril, repito, pues puedo sentir aún aquellos besos que me quedaron por darte grabados con tristeza sobre mi piel, grabados con tristeza y sangre.

Ya no sé si te extraño o sólo te recuerdo, ya no sé si te quiero o quiero querer quererte, ya no sé si espero o temo el verte de nuevo... ya no sé si no sé nada.

Hoy sólo veo el tiempo pasar y la lluvia caer por donde paso, veo las nubes blancas formarse con ternura en la lejanía y las grises crujir sobre mis hombros.

Hoy no tengo más que un pedazo recortado con los dedos de tu sombra que se fue corriendo, un pedazo que guardo con obsesivo recelo dentro de un desvencijado violonchelo.

Comentarios