Eres tú y esa conexión que generas conmigo que nos hace ser uno y no más que uno.

Eres tú y esa manía de aprender lo que ya sé y hacer que me parezca nuevo.

Eres tú y esa forma de ser, a veces fría, a veces cálida, a besos dulce.

Eres tú y esos ojos que saben mirar con ternura, reprobación, duda, celos, que saben como mirarme.

Eres tú y esas manos que acarician mi rostro aunque sea áspero y rudo.

Eres tú, solamente tú, sin nombre ni rostros.

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