Queridita
Princesita, pasa y ponte cómoda, que esta noche te besaré hasta el alma con una buena copa de vino.
Princesita, sé que quizás no te gusten los zalameros pero, entre tantos cariños, hasta me vas a pedir que no pare de recitarte poesías improvisadas.
Princesita, ¡Oh! Mi dulce princesita, déjame desnudarte completa con unas suaves palabras entre signos de interrogación para que, con suerte, tu corazón me regale el tenue esbozo de un beso dibujado en tus labios.
Princesita, sé también que tendré que rogarte para que ese beso se vaya volando de tus labios a los míos. Mas con ese primero que me encuentre, vendrán llenos de gracia cientos de ellos (quizás miles) con esa ternura con que tu sonrisa empapa todo tu ser.
Princesita, no seas tímida y déjame ver tus ojos y preguntarte: ¿Aún me quieres?
Princesita, sé que quizás no te gusten los zalameros pero, entre tantos cariños, hasta me vas a pedir que no pare de recitarte poesías improvisadas.
Princesita, ¡Oh! Mi dulce princesita, déjame desnudarte completa con unas suaves palabras entre signos de interrogación para que, con suerte, tu corazón me regale el tenue esbozo de un beso dibujado en tus labios.
Princesita, sé también que tendré que rogarte para que ese beso se vaya volando de tus labios a los míos. Mas con ese primero que me encuentre, vendrán llenos de gracia cientos de ellos (quizás miles) con esa ternura con que tu sonrisa empapa todo tu ser.
Princesita, no seas tímida y déjame ver tus ojos y preguntarte: ¿Aún me quieres?
Comentarios
Publicar un comentario