Lunita de plata
Te veo ahora como te vi algún día; lejana e imposible como la luna.
Te recuerdo aún cuando vestías esos moños tan vistosos de los que tanto me reía... pero que tanto me gustaban.
Recuerdo aún cuando te veía pasar con ese sonrojo casi permanente que tanto me causaba gracia... pero que tanto me gustaba.
Y recuerdo ahora esos días en los que mi mirada y tu mirada se encontraban fugazmente entre el bullicio; lo que era vergonzoso... pero eso, ¡Ay!, tanto me gustaba.
Y después cambió todo y mi mirada buscaba a la tuya furtivamente, para sonreírle a tu sonrisa y ser feliz con ello; lo cual era muy bobo... pero era de lo que más me gustaba.
Recuerdo esa sonrisa que se te escapaba cuando me veías pasar o cuando hablábamos de cualquier tontería; entonces tenía miedo... pero me gustaba.
Entonces nuestros ojos se miraron, nuestras manos se juntaron, nuestros corazones se tocaron... y nuestros labios se besaron.
Y eso nos gustaba.
Esos momentos nos volvieron más unidos a medida que se hacían más frecuentes... y eso nos gustaba.
Esos momentos un día simplemente se esfumaron.
Esa sonrisa que algún día se pintaba en tu sonrojado rostro desapareció... y eso no me gustaba.
Esos moños de miles de colores dejaron de hacer gala sobre tu cabello... y eso no me gustaba.
Ese brillo en tus ojos se apagó de repente y las estrellas dejé de ver... y eso no me gustaba.
Nuestras miradas dejaron de encontrarse, nuestras manos de juntarse, nuestros corazones de tocarse... nuestros labios dejaron de besarse...
Y eso no nos gustaba.
En ese momento nosotros murió.
Y ahora te veo fría como la nieve y lejana como la luna... distante e imposible como al principio.
Te recuerdo aún cuando vestías esos moños tan vistosos de los que tanto me reía... pero que tanto me gustaban.
Recuerdo aún cuando te veía pasar con ese sonrojo casi permanente que tanto me causaba gracia... pero que tanto me gustaba.
Y recuerdo ahora esos días en los que mi mirada y tu mirada se encontraban fugazmente entre el bullicio; lo que era vergonzoso... pero eso, ¡Ay!, tanto me gustaba.
Y después cambió todo y mi mirada buscaba a la tuya furtivamente, para sonreírle a tu sonrisa y ser feliz con ello; lo cual era muy bobo... pero era de lo que más me gustaba.
Recuerdo esa sonrisa que se te escapaba cuando me veías pasar o cuando hablábamos de cualquier tontería; entonces tenía miedo... pero me gustaba.
Entonces nuestros ojos se miraron, nuestras manos se juntaron, nuestros corazones se tocaron... y nuestros labios se besaron.
Y eso nos gustaba.
Esos momentos nos volvieron más unidos a medida que se hacían más frecuentes... y eso nos gustaba.
Esos momentos un día simplemente se esfumaron.
Esa sonrisa que algún día se pintaba en tu sonrojado rostro desapareció... y eso no me gustaba.
Esos moños de miles de colores dejaron de hacer gala sobre tu cabello... y eso no me gustaba.
Ese brillo en tus ojos se apagó de repente y las estrellas dejé de ver... y eso no me gustaba.
Nuestras miradas dejaron de encontrarse, nuestras manos de juntarse, nuestros corazones de tocarse... nuestros labios dejaron de besarse...
Y eso no nos gustaba.
En ese momento nosotros murió.
Y ahora te veo fría como la nieve y lejana como la luna... distante e imposible como al principio.
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