Los hijos de Dios

"Dios siempre cuida de los suyos y escucha sus oraciones" Salmos 34:15

Empezaré este texto con una cita de uno de los libros más bellos de la Biblia.

Dios es misericordioso, amable, paciente, amante, justo... con los suyos.

A veces pensamos que Dios nos odia porque nuestro emparedado se cayó al suelo o perdimos a un familiar a causa del cáncer. Pero no es así. Dios no odia, Dios no siente rencor ni le desea el mal a sus hijos.

Entonces ¿Por qué la calamidad persigue a muchos desde el inicio hasta el final de sus días? ¿No somos todos hijos de Dios? No, no todos tienen el privilegio de ser hijos de Dios, y aún así muchos de los no-hijos de Dios le buscan como quien busca a un padre adoptivo. Pero nunca lo encontrará porque Dios sólo cuida de los suyos.

Hay personas tan llenas de oscuridad y de odio; uno se pregunta ¿es realmente Dios capaz de crear a un ser tan detestable? No nos dejemos engañar, no todos somos hijos de Dios.

Aunque muchos no-hijos de Dios busquen su compasión, es en vano, pues Dios sólo ayuda a los suyos.

¿De quién son, pues, los no-hijos de Dios? Son hijos del tiempo, hijos de la tierra, del viento, de la noche, del mismo diablo, o simplemente son hijos del mismo hombre, pero no son hijos de Dios, aunque de esa forma le busquen.

Dios no tiene la culpa. Dios es misericordioso, amable, paciente, amante, justo... La culpa la tienen sus no-hijos que, al no encontrarle, le ofenden diciendo que no existe.

Dios existe, pero sólo cuida de los suyos.

¿Qué padre cuida los hijos de otro? Dios no cuida quimeras.

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