Y...

Y entonces me encuentro aquí, rodeado de recuerdos y promesas rotas, rodeado de historias viejas y sentimientos muertos (o quizás asesinados), rodeado de vacío y melancolía... rodeado de ti.

Y aún te puedo ver, aquí y allá, disfrazada de cualquier chica que me habla con ternura, disfrazada de una suave melodía que sólo nosotros entenderíamos, disfrazada de todas aquellas cosas que se volvieron parte de mi... disfrazada de mi.

Y ahora te busco incesante entre los escritos que nunca te dí, las cartas que nunca escribí, las canciones que nunca te canté y las imágenes que nunca te dibujé, entre las palabras que sólo quedaron en mi mente y las flores que se quedaron en mi jardín, entre pensamientos que se quedaron clavados en momentos que se esfumaron con el tiempo...

Y ya he perdido entre pensamientos lo que sé que sabía, lo que sé que tenía, lo que sé que quería y lo que sé que sabía que quería tener...

Y ahora ya no sé si lo que veo es lo que quiero, lo que creo que quiero, o lo que quiero creer que quiero...

No sé si habita en mi más tu apabullante ausencia, tu dura indiferencia, o tu sutil recuerdo...

No sé si te escribo para pensar en tu recuerdo, para evitar pensar en tu recuerdo, o para que tu recuerdo me piense a mi...

Ahora estás tan lejos de lo que algún día quisimos querer, tan lejos de lo que quizás ahora queremos, y tan cerca de lo que hoy todos quieren.