Flaquita

Hoy la luna brilla con esa oscuridad que sólo ella conoce.
Hoy el viento se vuelve espeso con la niebla que sólo el frío del otoño conoce.
Hoy la noche está en silencio, ese silencio que ensordece los oídos y ahuyenta las esperanzas.

Hoy te siento venir, preciosa y perturbadora, con tu velo negro y tus joyas invaluables.
Hoy siento más cerca tus anillos de plata y tus pendientes de rubí.
Hoy siento más cerca tu largo vestido de seda y tu piel de terciopelo.

Ahí está, de nuevo, tu aliento de "noche" con palabras de "oscura".
Ahí está, de nuevo, tu palidez de "luna" invitándome una copa de "triste".
Ahí está, de nuevo, tu voz; la voz que nunca pude escuchar, pero siempre estuvo ahí.

Te agradezco tus señales, aunque no las interpreto del todo bien, y tu tierna compasión.
Te agradezco tus palabras, aunque no las interpreto del todo bien, y tu eterna inspiración.
Te agradezco la vida, aunque no la aprovecho del todo bien, y el venidero reposo.

Feliz día de muertos.