Lo que se necesita

No necesito los ojos más brillantes del universo, porque no los podría ver.
No necesito el cabello más sedoso del mundo, pues no me atrevería a tocarlo.
No necesito la sonrisa más grande de la galaxia, ya que luego no podría contemplarla en su totalidad.
No necesito la piel más tersa de la realidad, pues se rompería apenas hablar de ella.

Sólo necesito unos labios que pueda besar.
Unos labios que me despierten cada mañana con un beso dulce.
Unos labios que me cuenten las historias que siempre quise escuchar.
Unos labios que me besen con la ternura de una cereza silvestre.

Más no me malinterpreten, pues no pido unos labios que ardan de pasión... sólo unos labios que me puedan acariciar con la calidez que sólo mi alma entiende.

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